Circo Mundialista



La afición mexicana derrochó creatividad
 en Brasil, durante el Mundial de Fútbol 2014

    Nunca he sido aficionado de los deportes ni practico ninguno, pero cuando México ha participado en los Mundiales de Fútbol, me sumo a la afición con sentimiento patriota, y, como una acción cívica llena de nacionalismo, me pongo la camiseta verde y disfruto de las partidos en donde juega nuestra selección. Sin embargo, siempre he estado inconforme con las situaciones en donde es dudosa la correcta marcación de faltas y penalizaciones por parte de los árbitros quienes tienen la última palabra y dictaminan en forma contraria a lo que indican las imágenes de la televisión.

    Por lo tanto, siempre he tenido la sospecha de que, en esos niveles, el fútbol más que deporte es mero espectáculo, lleno de trampas e irregularidades en donde no gana el equipo que mejor juega, sino el que más goles mete y más trampas hace (y recientemente, con el partido México-Holanda, comprobé que mis sospechas tienen sustento y no son infundadas).

  Sin México en el mundial, particularmente por la forma injusta en la que me parece que fue eliminado, dejé de tener interés por darle seguimiento a la Copa del Mundo en el 2014. Y pues tal vez llame mi atención de nuevo la euforia futbolera en el 2018 si en los 4 años siguientes encuentro algún elemento que me convenza de que vale la pena creer de nuevo, aunque sea un poco, en este circo mundialista (espero que el hecho de que participe México me siga siendo suficiente).

   Está claro que la Selección Mexicana llegó en el mundial Brasil 2014 hasta donde las injusticas se lo permitieron, no hasta donde pudo llegar. ¡Gracias equipo por el gran esfuerzo!

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